De un deseo que era un sentimiento, nace el ansia hinchándole los ojos, de ver adolorido su cuerpo.
Tantos fueron los golpes dulcemente fuertes que el buen colorido de sus vistas se tiñó de cereza.
Extremo era el dolor agradable, que en búsqueda de más placer decidió suicidarse…
extraño y predecible.
ResponderEliminarPero me agrada :)
pasa por mi blog maldito animal ingrato.
Aún estoy en búsqueda de tu nombre...
te quiero
Wajkajka, Podrìa ser brutal, crudo y sexual, más le tiras azúcar y hace que el final sea suave, no lo encontré predecible,
ResponderEliminarSaluditos y sigo leyendo, no me pidas comentarios tan acabados que estoy a días de un certamen de bienes y me tiritan las pocas neuronas que me quedan =)!