domingo, 11 de octubre de 2009

Masoquismo

De un deseo que era un sentimiento, nace el ansia hinchándole los ojos, de ver adolorido su cuerpo.

Tantos fueron los golpes dulcemente fuertes que el buen colorido de sus vistas se tiñó de cereza.

Extremo era el dolor agradable, que en búsqueda de más placer decidió suicidarse…